Gobernador de Sinaloa quiere que ley contra “narcocorridos” sea nacional

El gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, 'Malova'. ARCHIVO

Impulsará que se prohíba la difusión de dicho tipo de música

La medida de prohibir la difusión de las canciones en bares, cantinas, centros nocturnos y salones de fiesta provocó reacciones encontradas

CULIACÁN, SINALOA (19/MAY/2011).- El gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez, “Malova”, dijo que impulsará que se prohíba la difusión de “narcocorridos” y la presentación de artistas de este corte musical en lugares públicos en todo el país, una vez que se evalúe en Sinaloa el impacto de esta medida

También habló de impulsar la composición de un himno a Sinaloa, en el que se refleje y enaltezca lo que distingue a sus habitantes, para el cual se dará un premio de cien mil pesos

La "apología de héroes de oropel, a través de la música, incita a muchos jóvenes a convertirse en delincuentes, a las chicas a verse convertidas en novias de personajes vinculados a los grupos delictivos", según observó.

Subrayó que no se descartan las propuestas de extender dicha disposición en el servicio de transporte urbano, ante las quejas de los usuarios por verse obligados a escuchar este tipo de música en las unidades de transporte.

Este miércoles, “Malova” anunció que la semana pasada firmó el decreto que reforma las disposiciones de inspección en los establecimientos donde se producen, envasa, distribuye, vende y consume alcohol de la Ley de Alcoholes. Esta modificación permite cerrar los centros cuando se detecte que se difunde o tocan grupos musicales de este tipo.

Justificó la medida al asegurar que es para evitar que "surjan ídolos de oropel, así como “La Barbie” (narcotraficante del cártel de los Beltrán Leyva), que ahora es una moda", y se haga apología del delito mediante la música.

La medida del gobernador de Sinaloa de prohibir la música de “narcocorridos” en bares, cantinas, centros nocturnos y salones de fiesta, además de la presentación de artistas de este corte musical provocó reacciones encontradas en la iniciativa privada, las organizaciones no gubernamentales, académicos y funcionarios públicos.

Mientras que algunos funcionarios y empresarios apoyaron la prohibición, activistas, académicos y la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM) reprobaron la medida al considerarla "fascista" y un atentado a la libertad de expresión.