¿sabias que Existen los Multiorgasmos femeninos y masculinos?

Los multiorgasmos u orgasmos múltiples son el “Santo Grial” del sexo. Técnicamente, ocurren en sucesión, sin una completa pérdida del deseo sexual entre medio. Las mujeres fueron bendecidas con la habilidad de tener orgasmos múltiples casi naturalmente. Pero no muchos hombres están al tanto de que, con el entrenamiento adecuado, también pueden experimentarlos. .

En el caso de los hombres, tener orgasmos múltiples implica retomar la estimulación sexual rápidamente después del primer clímax orgásmico, de forma que el segundo clímax pueda ser alcanzado. La mayoría de los hombres creen erróneamente que ser capaces de volver a tener su erección lo más pronto posible después de la eyaculación y alcanzar otro clímax en un período arbitrario de tiempo, califica como multiorgasmo. Esto es falso, porque el verdadero multiorgasmo masculino no pierde su erección entre los orgasmos. El multiorgasmo masculino incluye sólo orgasmo y no eyaculación. .

Como decíamos al principio, multiorgasmos se refiere a orgasmos que ocurren rápidamente, uno después del otro, tal vez separados sólo por unos segundos. Cuando las mujeres tienen orgasmos múltiples, ellas “rebotan” de atrás para adelante desde una gran excitación al orgasmo, hasta que sienten que desean parar. Esto puede ocurrir cuando están solas, cuando están con alguien, y con o sin un vibrador. .

Psicológicamente, las mujeres pueden ser excitadas y alcanzar el orgasmo una y otra vez. A menudo las mujeres no tienen más de un orgasmo debido a que, una vez que logran el primero, la estimulación de parte de sus parejas se detiene. Muchas mujeres, sin embargo, se sienten satisfechas con un orgasmo, mientras que otras necesitan más. .

Algunos hombres pueden también tener orgasmos en rápida sucesión. Experimentan altos niveles orgásmicos al aguantar la eyaculación. De forma similar a las mujeres, los hombres pueden “rebotar” entre la gran excitación y el orgasmo, y otra vez de vuelta a la excitación. La clave es evitar llegar al punto en que ya no se pueda volver atrás. Justo antes de eyacular, los hombres experimentan una serie de contracciones. Estas contracciones son “orgasmos pélvicos” que, una vez controlados, pueden convertirse en sensaciones altamente agradable.