Cuernavaca - Los siete jóvenes asesinados en Morelos el pasado 27 de marzo perdieron la vida tras haber recibido amenazas de presuntos policías ministeriales.
De acuerdo con Reforma, días antes de las ejecuciones, dos de los jóvenes, Gabriel Alejo y Luis Antonio Romero Jaimes, fueron asaltados por hombres que dijeron ser policías ministeriales, quienes los amenazaron con matarlos si los denunciaban.
Los jóvenes formaban un grupo de amigos con Julio, hermano de Luis, y con Juan Francisco Sicilia, hijo del escritor Javier Sicilia.
Uno de los muchachos decidió pedir ayuda a un tío ex militar.
Poco después de eso fueron ejecutados junto con el ex militar.
Con el cuerpo de uno de los ejecutados apareció un narcomensaje amenazando al ejército firmado con las siglas CDG (Cártel Del Golfo). Sin embargo, dos mensajes aparecieron después en Cuernavaca deslindándo al CDG de los homicidios y dijo tener ubicados a los responsables.
Otro mensaje firmado con las siglas CPS (Cártel del Pacífico Sur) también se deslindó de los hechos.
Amigos y familiares de las víctimas consideran que la Procuraduría de Morelos busca aparentar que el crimen fue por un ajuste de cuentas para eludir responsabilidad.
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